martes, 20 de julio de 2010

El guardián entre el centeno

La primera sensación que he tenido ha sido de sorpresa. Con la fama que tiene el libro, me esperaba una novela de otro estilo, tanto literario como de contenido. Y con lo que me he encontrado ha sido con la historia de un chaval de dieciséis años, sumergido en una espiral de autodestrucción.
No hay nada en el mundo real que le motive en su vida, excepto su hermana pequeña, la cual la tiene colocada en un pedestal. Todo cuanto ve y siente deriva al instante a un estado depresivo y crítico en el que todo es negativo. Es un personaje insólito.
La novela engancha desde el principio, aunque tiene ciertas divagaciones que pueden hacer pensar en que no se sabe qué novela se está leyendo, pero suele retomar el hilo de la historia de forma brusca y tajante, recordando cualquier conversación con un adolescente de caracter acelerado.
Me estuve informando un poco sobre la novela y una de las cosas que me llamó la atención fue que sirvió de libro de cabecera para varios asesinos en serie. Al principio no entendía bien por qué, pero si se lee con detenimiento, la crítica que hace de la sociedad neoyorquina refleja descontento y rechazo, motivo por el que algunos de estos asesinos pudieron ver en el protagonista su propia imagen.
Lo recomiendo, pero no es lo que me esperaba

No hay comentarios: