lunes, 23 de mayo de 2011

Jornada electoral

El día electoral ya terminó. Ciertamente, este año no he sufrido en demasía la campaña electoral ya que apenas he visto la televisión ni he escuchado la radio. Aún así, he creído hacer dos comentarios que me han llamado la atención de esta jornada electoral.



La primera se refiere a los resultados producidos en Córdoba. El Partido Popular ha conseguido la mayoría absoluta (normal) y el partido gobernante, Izquierda Unida, ha perdido siete concejales (normal también). Pero lo realmente llamativo es la cantidad de concejales que ha conseguido un partido de nueva creación, Unión Cordobesa. Este partido político ha conseguido cinco concejales. No resultaría del todo llamativo si no fuese por la persona que va por este partido como candidato a la alcaldía. Esta persona es, ni más ni menos, que Rafael Gómez Sánchez, más conocido como Sandokan. Dicho personaje está imputado en el caso Malaya y es conocido en la ciudad por todos los tejemanejes que ha ido realizando durante muchos años. Es cierto que sus diversas empresas han dado puestos de trabajo a una cantidad importante de ciudadanos cordobeses, pero este hecho no quita para que nos olvidemos de su reputación y de las maneras a las que está acostumbrado para conseguir muchos de sus objetivos. Personalmente y respetando la decisión que cada persona hemos podido hacer en democracia, me parece una vergüenza que el pueblo de Córdoba haya depositado su confianza en una persona que sabemos que no es trigo limpio... ya nos quejaremos y nos echaremos las manos a la cabeza.



El segundo hecho que me ha llamado la atención se produjo anoche en la calle Génova, en Madrid, en la sede central de PP. En una de las conexiones que hizo TVE (La 1) se podían ver multitud de banderas azules ondeando celebrando ala victoria de su partido en la mayoría del territorio español. Las personas allí reunidas estaban esperando a que su presidente, Mariano Rajoy, apareciese en el balcón para felicitar a sus fieles y festejar la victoria electoral. Hasta aquí, normal, pero la persona que estaba poniendo la música decidió que había que poner un toque distinto, original, diferente... divino. Esta persona pidió a todos los asistentes que coreasen el estribillo de la canción que decidió poner...YMCA, de los Village People, conocida como una de las canciones emblemáticas de los gays... Como poco, curioso. ¿Verdad?